El trabajo remoto y la desconexión digital, ¿es posible?

El empleo remoto, modalidad que llegó para transformar la industria laboral, se basa en tres premisas: más flexibilidad, autonomía y mejor calidad de vida. Sin embargo, muchos trabajadores no pueden aprovechar estos beneficios debido a que no logran descontarse al 100% de sus tareas y responsabilidades. 

¿Por qué ocurre esto? Existen varias razones. La presión de sentir que siempre hay que “estar disponibles”, el hecho de que la oficina es la propia casa y que los canales de comunicación (Slack, WhatsApp, Gmail) están instalados en el teléfono –dispositivo que reúne el trabajo y el ocio de empleados remotos y freelancers–.

Por eso hoy desde Cinco Valijas vamos a centrarnos en una pregunta: ¿Es posible combinar el empleo remoto y la desconexión digital? Sí, pero mediante una planificación que contemple algunas herramientas.

-Establecer horarios claros y cumplirlos. El primer tip consiste en planificar el día, la semana y hasta el mes de trabajo como si fueras a una oficina, con hábitos y horarios para empezar y finalizar, cantidad de horas que le vas a dedicar, momentos para comer y descansar, etc. Si definís todo esto con tiempo y lo comunicás (a tu empleador o cliente), el respeto y el equilibrio entre lo profesional-personal va a ser mejor.

-Crear un espacio físico dedicado al trabajo. A nuestros alumnos siempre le remarcamos lo mismo: no es posible ni sano trabajar desde la mesa donde uno come, el sillón donde mira televisión o la cama donde duerme. Es indispensable armar un espacio independiente que tenga un escritorio, buena luz y una silla cómoda. Tener un lugar que reconozcas como “el espacio para trabajar” ayuda a la consolidación de una rutina y a lograr mayor productividad.

-Desactivar notificaciones fuera del horario laboral. Repetí conmigo: trabajar remoto no implica estar pendiente y conectado las 24 horas del día. Poné en práctica el “modo no molestar” del teléfono y los bloqueadores de aplicaciones, para que en tus momentos de descanso y ocio no te lleguen mensajes, correos y avisos laborales.

-Incorporar rituales de desconexión. Los momentos de descanso son igual o más importantes que definir la cantidad de horas y días que querés trabajar. Está comprobado que este tipo de pausas ayudna a reducir el estrés laboral, renovar la energía y la atención, así que agregá sí o sí a tu rutina todo aquello que te ayude a desconectar: desde caminar por la plaza e ir al gimnasio hasta mirar una serie.

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