En la última década, la asistencia virtual escaló con gran rapidez hasta ubicarse como una de las profesiones remotas más demandadas y una de las tres con mayor crecimiento. Y vos podés trabajar en ello: es una de las maneras más accesibles de empezar en el empleo remoto (no requiere experiencia) y trae consigo un amplio abanico de beneficios. Uno de los más importantes es la oportunidad de elegir entre ser empleado o emprendedor.
La asistencia virtual es uno de los trabajos en los que podés empezar de manera sencilla, sin muchos gastos y con un amplio margen de crecimiento. Pero, para eso, vas a tener que definir si querés desempeñarte como empleado de una persona o empresa determinada, o bien convertirte en un emprendedor, armar tu propio negocio como asistente virtual y sumar clientes propios. Y nosotros vamos a contarte las características de cada uno.
-Empleado: Si elegís ser un empleado, no tenés que invertir dinero ni “gastar tiempo” en buscar tus propios clientes por primera vez, dado que las tarifas, horas y metodologías de trabajo estarán enmarcadas en lo que tu empleador ofrece. El punto negativo de esto, con respecto a la posibilidad de emprender, es que está latente el riesgo de sentirse “estancado”, porque al trabajar dentro de una estructura con reglas definidas y depender de ellas, no existe una gran autonomía (que sí te permite tu propio negocio como asistente virtual).
-Emprendedor: Si optás por ser un emprendedor, vas a tener mayor libertad de acción y más facilidad a la hora de decidir qué tipo de trabajos querés hacer, elegir los clientes y definir tu salario. Comenzar un negocio o emprendimiento como asistente virtual no es muy complejo pero, como en cada profesión, es necesario capacitarse para volverse un especialista en la materia: requiere un plan con pasos a seguir para poder establecer e instalar tu marca, “venderte” y ofrecer tus servicios (cuanto mejores sean, mayor será tu prestigio y rédito económico). A tener en cuenta: emprender es un proceso de aprendizaje constante, de “prueba y error” y que te permite salir de tu zona de confort.
Esta segunda opción es una de las grandes ventajas de la asistencia virtual: la posibilidad de no tener que lidiar con jefes.No solo resulta tentadora, sino que trae consigo un gran desafío personal: el trabajo y el crecimiento de tu emprendimiento dependerá pura y exclusivamente de vos. Si querés empezar tu camino en la asistencia virtual y entender cómo formar tu propio negocio, tenemos disponible el Programa de Formación en Asistente Virtual de Cinco Valijas, donde vas a aprender durante 24 módulos todas las herramientas y habilidades necesarias para transformarte en un profesional de la asistencia virtual. Los capítulos no tienen fecha de vencimiento para que puedas hacerlos a tu ritmo, en los horarios y momentos del día que elijas.
Uno de los temas centrales de la formación gira en torno al desarrollo de tu negocio como Asistente Virtual. En el programa vas a establecer un plan a seguir para confeccionar tu emprendimiento, diseñar tu marca personal (te dará identidad y te diferenciará de los otros asistentes), definir el nicho a explorar, trabajar tus debilidades y potenciar tus fortalezas. Luego de un examen 100% online, podrás certificarte como asistente virtual y de ese modo estar preparado para asistir a tus clientes en sus tareas: desarrollo de agendas, labores administrativas y proyectos.
Y vos, ¿qué elegís ser? ¿Empleado o empleador? ¡Te esperamos en nuestro programa!
1 comentario en «¿Empleado o Emprendedor? Qué elegir como Asistente Virtual»
holaaa me interesa!